Según el comunicado emitido por los organizadores del festival, este espacio es una oportunidad para rescatar y empoderar el teatro bosuno en una doble dimensión: comunitaria y profesional.

Por un lado es un arte que se desarrolla en comunidad, por la comunidad y para la comunidad, como ejercicio de construcción de paz, de acceso a la cultura, de formación de públicos y de convivencia armoniosa en la diversidad. Mientras que, en la dimensión profesional y formativa se busca ratificar el profesionalismo de los artistas escénicos locales permitiendo una cartografía, una caracterización y un análisis de las dramaturgias locales, así como la identificación de metodologías y mecanismos de creación en la escena local.