Por: Mónica Andrea Rodríguez Ospina– Lic. Humanidades y Lengua Castellana- Magíster Creación Literaria
En las artes, hay un elemento que en ocasiones pasa desapercibido para muchos es invisible y sin embargo, en medio de esa dicotomía, nace el artista que a través de un lenguaje semiótico expresa lo invisible. Cada línea, cada trazo, narra una historia, una secuencia potencial y con un sinfín de posibilidades a los que llamamos cómics o historieta, el arte es secuencial nos permite valorar diferentes ópticas desde una figura critica y a la vez sensible. Hablar del origen del cómic es un poco complejo. No obstante, cuando el lenguaje pictórico se creo con la finalidad de guardar el legado sociocultural de nuestros ancestros, la mecánica entre narrativa e imagen ya existía. Prueba de ello, son las múltiples civilizaciones que albergaron nuestro planeta.
Para los teóricos, prevalece el legado de los egipcios y mesopotámicos que se remonta a unos 4.000 años a. C sin desconocer obviamente, el aporte de los prehispánicos formas cuneiformes, que aterrizan en las manos, la reflexión e imaginación de los historietistas actuales. Es justamente aquí, en Soacha Cundinamarca, en los rincones polvorientos pero llenos de historias, donde un gusanillo de tierra entrelaza ideas desde hace más de quince años con la finalidad de crear un espacio de conocimiento, labor social y procesos de enseñanza para la comunidad.
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Miguel Ángel Vallejo Rodríguez, es reconocido en el mundo artístico como “Gusanillo” uno de los más importantes artistas gráficos e historietista del municipio. Su mecánica narrativa es fuerte y el empleo de la escala cromática en sus formas, visualiza una visión de mundo reflexiva. Miguel, es bastante conocido en el medio artístico, además de ser el fundador junto con Fredy Ramos del Colectivo de historietas Carajo. De hecho, la revista BLAST a quien permito citar en este artículo, lo define en una entrevista bastante objetiva como un ilustrador de un “estilo vibrante” (Cárdenas 2020) a nivel personal, considero que su talento es indiscutible y su fortaleza va más allá de su talento. Pues, sin duda es un excelente gestor cultural del municipio, su técnica semiótica lo llevado a publicar en medios de comunicación reconocidos por su carácter político-cultural, entre ellas se destaca: El diario El Espectador, la Antología de Historietas del colectivo 4mesas, Rocco, el Globoscopio, publicaciones independientes. Asimismo, en el 2018 con su potente fuerza ilustrativa dejo en alto el nombre de la Ciudad del Dios Varón al ganar un accésit en el II Premio de Novela Gráfica de Ciudades Iberoamericanas con la historieta Basuras.
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Su trayectoria y talento es sumamente amplia, su popularidad crece cada día. El Gusanillo de tierra no se arrastra, gravita en medio de herramientas narrativas, que las personas del común desconocen pero que hacen parte de nuestra esencia natural que mezcla la fantasía y la realidad a partir, de una capacidad de producción compleja, que rompe los límites de la creación simbólica de la comunicación. Entre sus reconocimientos, se destaca su participación en el salón 45 Salón Nacional de Artistas en el proyecto Arquitecturas Narrativas (2019) como siempre, los invito a conocer la labor de un gestor cultural que con su sello personal, nos invita a narrar de diversas formas y con diversos colores la poderosa perspectiva de un gusanillo de tierra.
Pueden seguir su trabajo aquí
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