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Desde hace algún tiempo los puentes de la ciudad, paredes, muros gigantes y fachadas de algunas casas se han convertido en los lienzos de artistas urbanos, en su mayoría jóvenes que ven en cada pared una oportunidad para mostrar su talento y mejorar la vista de las personas que transitan por allí, en lugares emblemáticos como el del Perdomo, la colorida 26, Distrito Grafiti,  el de la Calle 170 con Novena, La Avenida Ciudad de Cali con Carrera 30, son solo algunos ejemplos de como el color le da vida a estos espacios.

Esta variedad de manifestaciones artísticas en los muros de Bogotá no solo enriquece visualmente la ciudad, sino que también invita a residentes y visitantes a reflexionar sobre temas importantes para la sociedad actual. Sin duda, los murales y pinturas se han convertido en parte esencial del paisaje urbano bogotano, atrayendo miradas y generando un diálogo constante entre el arte y la comunidad.

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