El 6 y 7 de noviembre de 1985 el país vivió uno de los acontecimientos más significativo de la historia, un comando del M-19 se toma el Palacio de Justicia en Bogotá, La respuesta militar dejó más de 100 muertos, entre ellos 11 magistrados, y decenas de desaparecidos. Aunque han pasado cuatro décadas, las heridas de esos días continúan marcando la memoria colectiva del país.
A lo largo de este tiempo se han destacado producciones del cine, obras literarias y periodísticas que narran los sucesos como recuerdo de las heridas que aun siguen abiertas en este país, hoy las resaltamos como parte de la cultura colombiana.
Las letras tienen miles de posibilidades para acomodarlas para hacer historias y hacer memoria, por lo que en la literatura reconocemos varios libros sobre el Palacio de Justicia, relatando los hechos, las investigaciones y las dudas que hay alrededor del caso, aquí algunos de ellos.
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El periodismo con los documentales retrata otra narrativa visual, real de los hechos, las dudas y las confrontaciones. Entre algunos, se encuentran:
La toma de Miguel Salazar, en este documental muestra una narrativa con imágenes inéditas y archivos de medios de comunicación, los hechos ocurridos durante la toma y la retoma del Palacio de Justicia, después de 25 años de lo acontecido. Relata parte del juicio contra el ex coronel Alfonso Plazas Vega, por la tortura y desaparición de 12 personas, en su mayoría trabajadores de la cafetería del Palacio. También lo cuenta desde las distintas miradas del juicio, que van desde la visión del coronel, hasta las de los familiares de los desaparecidos.
Holocausto Palacio de Justicia es una producción de RTVC lanzada para la conmemoración de los 30 años de este suceso y reúne los testimonios de los sobrevivientes, familiares de las victimas y desaparecidos, investigadores y expertos sobre los acontecimientos.
28 horas bajo fuego de Juan Antonio Vanegas, este documental recibe este nombre precisamente por las 28 horas que duraron estos acontecimientos entre el 6 y el 7 de noviembre, la narración se basa en antecedentes que motivaron al M-19 planear este atentado testimonios de sobrevivientes y algunos expertos.
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El cine no se queda atrás, este ofrece una mirada desde una narrativa de ficción o basándose en hechos reales por las voces de sus protagonistas.
Siempreviva, protagonizada por Andrea Gómez, no solo busca narrar los acontecimientos de ese 6 de noviembre, sino el drama de los familiares de Julieta, una joven que entro hacer un reemplazo en la cafetería del palacio además de recalcar la situación política del país en los años 80.
Antes del fuego es una película que muestra la historia de Arturo Mendoza, abogado y periodista, y de Milena Bedoya, estudiante de periodismo e hija de una empleada de la cafetería del Palacio de Justicia, se conocen 19 días antes de los hechos ocurridos en Bogotá para luego en marcarse en una investigación peligrosa tras la muerte de un allegado de ambos.
Noviembre es una película dirigida por Tomás Corredor lanzada recientemente y cuenta la toma del palacio de justicia desde la mirada de los civiles atrapados en el conflicto, desde la narrativa se busca mostrar la angustia y la humanidad de los personajes. Esta, invita a revivir desde la mirada del arte uno de los capítulos más difíciles de la historia. Además de contar con un elenco excepcional como Natalia Reyes, Max Duran, Juan Morales, Santiago Alarcón, Jagdy López entre otros. Una oportunidad para ver, sentir y reflexionar sobre lo que aún no se debe olvidar.
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El arte no es solo para entretener, estas obras buscan retratar y hacer memoria de estos hechos para que las nuevas generaciones comprendan la magnitud del horror y dolor vivido. Mas que una simple recreación histórica, el espacio del arte se convierte en ejercicio para hacer duelo y resistir.
Cada página o imagen desde la industria, la toma y la retoma del palacio de justicia no busca reabrir heridas, si no que quiere impedir que se repita, buscando que Colombia por fin logre ser un país que genera de paz, porque como dijo Adriana Echeverry, coescritora del libro Holocausto en silencio (citada en el documental 28 horas bajo fuego), “es un derecho y un deber de la sociedad exigir que le cuenten la verdad y no olvidar”.
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