By Por: Mónica Andrea Rodríguez Ospina– Lic. Humanidades y Lengua Castellana- Magíster Creación Literaria
La esencia de la música, el matiz que penetra el espíritu y ahoga el alma, la mezcla entre el sentimiento y la razón, la raíz primaria del ser, de la tradición oral del origen del todo y la nada, quizás por ello, nos identificamos con la vibración de alguna melodía que retumba en el alma y se graba en la memoria como el fuego al hierro.
Algunos llaman al metal sinfónico, el metal de los académicos, una denominación inherente a los estereotipos sociales, pero que resguarda un mandato histórico, que nos sumerge y traslada en el tiempo y se convierte en un trazo escrito manifestado en música, una pieza instrumental, que pulula en medio de efectos pesados y clásicos que se deja seducir por la voz imponente de un soprano, en ese vaivén de pentagrama asfaltado, el escultor nace y se enamora de la voz de Lennys Garzón Viñez, una doncella liberada del medioevo, saturada de dulzura y sensualidad femenina, pero con la fuerza de un huracán sobre el agua, cuya energía domina la trama y renace todo, incluso las cenizas.
Lennys ha dedicado gran parte de su vida a la música, canta desde que era una niña, talento que le heredó a su madre, esa herencia genética que todos tenemos y que no podemos desconocer, la impulsó a deambular por su más grande pasión, probando diferentes géneros entre ellos, el folclor colombiano del cual se siente orgullosa como hija de esta tierra.
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Su épica la ha llevado a compartir con grandes artistas y a contar con un amplio e envidiable recorrido por varios de los géneros del metal, aunque su fuerte al ser soprano es el lírico. Lennys, es reconocida en su medio y admirada por la potencia de su registro vocal, es a pesar de su contexto una artista de gran sensibilidad.
Entre su legado se encuentra el concurso de vocalistas de la universidad la Gran Colombia 2013-2019 y en 2021 en el concurso Clic´s Got Talen. Su voz es el influjo de un ángel más allá de lo terreno, es el paso entre el cielo y averno, ni siquiera Carlotta, personaje ficticio del fantasma de la ópera, puede crear un sinfín de emociones con su interpretación. Los invito, como siempre a seguir a esta doncella que emana sensualidad y energía a través de su don más preciado, su capacidad y su frecuencia.
Fotografías: Sound City Sala de eventos y espectáculos
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