Por: Mónica Andrea Rodríguez Ospina– Lic. Humanidades y Lengua Castellana- Magíster Creación Literaria
Hablar de “Black Metal” resulta un poco complejo, especialmente, cuando existe un profundo desconocimiento y estereotipos frecuentes que encasillan al género como un patrón negativo. Sin embargo, su influencia directa con la identidad va más allá de una simple relación banal, es más bien, una relación rítmica, una perspicacia de la personalidad, una expresión del pensamiento. La música, es la palabra natural de la esencia humana, es una parte significativa del constructo cultural. En ella, encontramos respuesta a los enigmas que envuelven el alma.
El black como todas las formas de arte es radical, drástico, severo, absolutamente seguro, no le interesa sujetarse a la crítica a través de sus voces tónicas, sonidos hacendosos, desgarre emocional y promulgación de una condición de vida. Resulta un poco siniestro acercase al contexto, comprender el porqué de su vestimenta, sus rostros maquillados, su pasión por lo épico, por la melodía, por la ferocidad, pero una vez allí, el misterio se disipa, entonces descubres que los sentimientos se manifiestan en un lenguaje sombrío que emana del recóndito ser; se convierte en un símbolo que plasma entre una insondable dicotomía cadente una belleza inigualable.
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Los amantes del “Black Metal”, contrario a lo que se cree, son sumamente cultos, además de ser altamente fuertes e inquebrantables, en medio de ese mundo que ha muchos nos perturba, encontramos a Alba Pardo y Fredy Valbuena, fundadores de “Hordas de Metal Negro” un fanzine, cuyo propósito es difundir y brindar un acercamiento real al Metal Negro, sin perder el espíritu ancestral, Hordas es el hálito de la quimera, el soplo de lo inminente, el toque de la naturaleza en toda su magnificencia, el rescate por las tradiciones indígenas que son la raíz de nuestro saber.
Si bien, ahora somos parte de una hibridación “Hordas de Metal Negro” refleja de manera poderosa el desligue de la conquista y en palabras de sus fundadores “Es una fuente invaluable de conocimiento para aquellos que buscan comprender la esencia misma de este género musical” Para aquellos, que se identifican con el Black o buscan aprender deslindando los prejuicios sociales, es una excelente alternativa de exploración y reivindicación con el género, que va permitirles un discernimiento concreto para hablar con propiedad de la percepción del mundo, o más bien, de ese mundo desconocido para muchos, Hordas posee un enfoque cualitativo, una posición de observación irresistible, es la oportunidad de valorar el significado potente del tiempo, es una elección, un fenómeno escritural que adopta la intensidad penetrante de la música como parte del sujeto creador y social. En conclusión, es una invitación al arte.
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